Licencia no física.

Entregar tu poder por ignorancia

No hay castigo más común que el que viene por no saber.
Multas. Arrestos. Embargos. Contratos injustos.
Relaciones tóxicas.
Todo eso tiene algo en común:
Lo firmaste. Lo aceptaste. O no lo peleaste…
Porque no sabías.

Creemos que si algo es injusto, el sistema va a corregirlo.
Que si somos “buenas personas”, no hay forma de que nos pisoteen.
Pero el sistema no premia tu moral.
Premia tu conocimiento.

Y la mayoría sigue operando como si la ley no aplicara hasta que el daño es irreversible.

En la calle, en la empresa o en pareja… el que ignora, pierde

No es solo en lo legal.
También en las relaciones.

• Si no sabes cómo protegerte en un contrato, te exprimen.

• Si no sabes cómo defender tu propiedad, la pierdes.

• Si no sabes cómo leer una cláusula, te la imponen.

• Si no sabes lo que la ley te permite, entregas derechos que eran tuyos por nacimiento.

Y no, no se trata de volvernos abogados.
Se trata de asumir una verdad simple:
El sistema no está hecho para protegerte. Está hecho para probarte.

¿Y si usaras la ley a tu favor?

Existe una narrativa que dice: “La ley es para los ricos.”
Y puede que tengan mejores abogados.
Pero lo que de verdad los hace peligrosos no es su dinero.
Es que conocen el juego.
Y lo usan con precisión quirúrgica.

Saben cuándo hablar.
Qué presentar.
Qué no firmar.
Qué pedir.
Y lo más importante:
Qué les corresponde, aunque el otro no lo sepa.

Tú también podrías.

El sistema no premia al inocente. Premia al informado.

Hoy puedes estar perdiendo miles de pesos, años de tu vida o relaciones clave…
simplemente por no saber lo que te corresponde por ley.

Y si no tomas esa responsabilidad, la tomará alguien más.
Alguien que va a aprovechar tu ignorancia.
Y que no te va a tener lástima.

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